Finca Villacreces, un entorno natural único,
entre sus viñedos, el Duero y un bosque de pinos bicentenarios.

En el centro de la finca, la bodega está construida para preservar su entorno natural, a la vez que garantiza un control exhaustivo en la gestión de cada detalle del proceso de elaboración de los vinos de Villacreces.

Una finca con historia

1350

Primeros datos bibliográficos (1350) pertenecen a Pedro de Villacreces, fraile franciscano y primer poblador de la finca, quien se estableció en aquel paraje junto con un grupo de clérigos, entre los que se encontraba San Pedro Regalado, patrón de Valladolid, para dedicarse a la oración y al cultivo de la tierra. Por aquel entonces se contaba, ya, con un pequeño viñedo para su propio consumo y el de los monasterios cercanos.

Una finca con historia

1836

Con la desamortización de Mendizábal estas tierras pasaron a manos privadas, en concreto, al marquesado de Teodosio Alonso- Pesquera, senador del reino con Alfonso XIII, quien poco después otorgaría una concesión real por la que Finca Villacreces dispone derechos sobre las aguas del Duero.

Una finca con historia

Principios del siglo XX

A principios del siglo XX la finca se vende a la familia vallisoletana Cuadrado, quién la utilizó para diferentes usos agrícolas y zona de recreo, alojando a su vez, a ilustres invitados. Uno de ellos, Peter Sisseck utilizó la bodega y parte del viñedo para elaborar su Flor de Pingus.

Una finca con historia

2004

Tras una larga búsqueda por toda la Ribera del Duero, Gonzalo y Lalo Antón, quienes ya contaban con bodega en Rioja (Izadi) y en Toro (Vetus), conocieron a la familia Cuadrado. Pedro Cuadrado les dejó entrever su interés por ir desvinculándose del negocio vinícola y buscar un relevo para la finca, oportunidad que aprovecharon para adquirir una de las fincas más espectaculares de la Ribera del Duero.

Una finca con historia

2007

Tras la remodelación de la bodega y un concienzudo trabajo de recuperación del viñedo, Villacreces se volvió a inaugurar. En ese momento abre también las puertas al público y al enoturismo.

Una finca con historia

2017

Con la adquisión de Pinos Claros, en la Milla de Oro de Ribera de Duero, se amplia a 275 hectáreas de viñedo la propiedad, cuyo 90% de éste corresponde a cultivo ecológico.